Los niños pueden oponer, en determinadas ocasiones, una fuerte resistencia a dormirse alegando diversos pretextos que tienen como finalidad evitar acostarse.

Los niños pueden oponer, en determinadas ocasiones, una fuerte resistencia a dormirse alegando diversos pretextos que tienen como finalidad evitar acostarse.
Se caracterizan por la aparición repetida de episodios de miedo intenso con despertar brusco que suelen estar precedidos por gritos o lloros y angustia.
La característica esencial del vaginismo es la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente, de los músculos que rodean la entrada vaginal, frente a la introducción del pene, los dedos, los tampones o los espéculos.
La característica esencial de este trastorno consiste en dolor genital durante el coito. A pesar de que normalmente se produce durante éste, puede también aparecer antes o después de la relación sexual.
La disfunción orgásmica femenina o “anorgasmia” es la ausencia o el retraso repetido y duradero del orgasmo en la mujer después de una fase de excitación sexual normal.
La característica esencial del trastorno de la excitación en la mujer es una incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación hasta la terminación de la actividad sexual.
Hubo un tiempo en que se pensaba que la eyaculación retardada era una disfunción poco frecuente en comparación con otras. Sin embargo, cada día aumenta el número de personas que solicitan consulta para este trastorno.
La estimación del tiempo transcurrido entre el inicio de la actividad sexual y la eyaculación, así como la opinión de si la eyaculación constituye o no un problema pueden ser muy variables de unas personas a otras.
La disfunción orgásmica es la ausencia total, parcial o puntual de orgasmo. El hecho de que no exista orgasmo no significa que no exista excitación ni cierta sensación subjetiva de placer, sino que la persona no experimenta el máximo placer sexual que espera conseguir con la relación sexual.
Se caracterizan por la aparición repetida de sueños terroríficos que despiertan al niño, pasando a un estado de vigilia, y cuyo contenido suele centrarse en amenazas para la propia supervivencia, seguridad o autoestima.