Cuidado del ocio y la amistad en la pareja
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Las relaciones interpersonales y, sobre todo, de amistad son una gran fuente de bienestar personal.

Mantener relaciones de amistad satisfactorias aumenta la autoestima y el sentimiento de pertenencia y de integración social.

Conservar las relaciones de amistad personales, cuidar las amistades conjuntas y crear momentos para el ocio compartido, aumentarán los niveles de satisfacción personal y la vinculación entre los miembros de la pareja.

1. ¿Si somos pareja tenemos que hacerlo todo juntos?

Muchas personas creen que al formar una pareja hay que dedicar todo el tiempo libre a la misma y que deben hacerse todas las cosas juntos, de manera que tienen que ir juntos a ver a las familias, salir juntos con los amigos de uno y del otro y realizar todas las actividades en común.

Cuando los dos miembros están de acuerdo en este planteamiento, los conflictos no tienen por qué existir. El problema puede surgir cuando uno de los miembros evoluciona demandando más libertad y más tiempo propio o cuando se produzca sensación de agobio, de no tener posibilidad de desarrollo personal y el otro miembro se resiste al cambio.

Si los dos miembros logran evolucionar hacia un modelo más sostenible en el que se den amistades, tiempos y actividades propias y amistades, tiempos y actividades conjuntas, crecerá la satisfacción individual y la propia relación de pareja.

Además, cuidar las amistades y las actividades y hobbies individuales permitirá a los miembros desarrollar una red protectora ante una potencial separación.

2. ¿Cuándo pueden surgir problemas en la pareja respecto a los amigos?

  • Cuando existen discrepancias graves en el concepto de amistad, en las experiencias respecto a las amistades y en la dedicación e intimidad que quieren tener los miembros con sus amigos propios y comunes.
  • Cuando un miembro de la pareja dedica mucho tiempo a la relación con su propio grupo de amigos que no comparte con el otro, bien porque no lo desea o bien porque el otro miembro no es aceptado o no acepta al grupo.
  • Cuando aparecen celos ante las antiguas amigas de él o los amigos de ella, o dudas sobre lo que harán cuando salen juntos y aparecen conductas de control que limitan la libertad individual.
  • Cuando uno de los dos tiene muchos amigos y el otro, no y éste se siente abandonado, demandando mayor atención. “Eres todo para mí y tienes que llenar todos mis vacios”.
  • Cuando ambos tienen muchos amigos y deciden compartirlos pero surgen rivalidades referidas a si se sale más con los amigos de uno o del otro, o bien cuando se rechazan las características o costumbres de alguno de los grupos que no encajan con el otro. Aquí se corre el riesgo de negar el conflicto y comenzar a separarse de uno de ellos o de los dos, quedando la pareja aislada, con agresividades contenidas entre ellos.
  • Cuando uno de los miembros pide al otro más participación en su amistad con sus amigos, por ejemplo: “ya nunca vienes con mis amigos a navegar, o hacer senderismo” y el otro no accede de manera sistemática.
  • Cuando alguno de los miembros se queja por sentirse absorbido por los amigos de la pareja y reclama un mayor espacio propio o la posibilidad de poder verse sin la pareja con sus amigos/as. La falta de libertad produce insatisfacción y genera agresividad.
  • Cuando los amigos de una de las partes aparecen una y otra vez en el espacio de la pareja en forma demasiado exagerada, puede ser una fuente de conflicto al no permitir un tiempo y espacio de intimidad necesario para la pareja.

3. ¿Qué podemos hacer para que las amistades sean una fortaleza para la relación de pareja?

  • Respetar que nuestra pareja tiene derecho a seguir vinculada y a mantener sus amigos propios que no tienen por qué ser compartidos; evitar las críticas y la descalificación salvo que haya datos objetivos que indiquen riesgos para nuestra pareja. En ese caso, la comunicación respetuosa, franca y leal y la empatía hacia nuestra pareja serán elementos claves.
  • Invitar a nuestra pareja para que realice actividades y pase tiempo con nuestros amigos. Esto facilitará el conocimiento mutuo y las probabilidades de disfrutar con los amigos y la pareja en actividades placenteras. Aceptar sin resentimiento el derecho de nuestra pareja a decir “no” a esas demandas.
  • Si se comparten los amigos propios, evitar entrar en comparativas en cuanto al tiempo o las actividades que se dedican a un grupo o a otro. Lo ideal es decidir sinceramente, sin entrar en luchas, lo que nos interesa como pareja e ir alternando con unos o con otros proponiendo actividades que puedan ser de mayor interés para todos.
  • Crear nuevas relaciones de amistad de pareja. Entrar en contacto con personas o grupos nuevos facilitará la creación de amistades comunes que enriquecerán la relación.
  • Aprender a poner límites a los amigos cuando se produzcan invasiones de espacios y tiempos de pareja. Es cada miembro el que tiene que poner los límites a sus amigos para proteger al otro miembro de la pareja.
  • Acordar los tiempos y la frecuencia que pasamos con amigos propios y comunes.
  • Respetar el deseo de nuestra pareja a no comunicar a los amigos aspectos que competen a la intimidad de pareja, al menos de manera evidente y abierta.
  • La confianza en nuestra pareja  y el respeto a su libertad para relacionarse con otros serán las claves para que las amistades sean un recurso más en la relación.

4. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes con respecto al ocio en la pareja?

  • La rutina puede instaurarse, poco a poco, en la relación de pareja  afectando a las actividades de ocio y disfrute personal y común.
  • Algunas parejas se dejan llevar tanto por las obligaciones de la vida cotidiana que, poco a poco, dejan de divertirse y, lo que es peor, dejan incluso de desearlo. Caen en una rutina doméstica que quizá pueda resultar  cómoda pero que termina empobreciendo, de manera significativa, la relación. En ocasiones, cuando pasado un tiempo la pareja decide romper esta dinámica, se enfrenta al problema de no saber qué hacer  o con quien.
  • Muchas parejas emplean su tiempo de libre en actividades aparentemente gratificantes  para ambos, pero que, en realidad, hace tiempo que han dejado de satisfacerles, al menos a uno de ellos, y no se atreven a plantearlo por miedo a romper la “magia de la relación”.
  • En ocasiones, las parejas tienen dificultades para decidir cómo emplear su tiempo libre por falta de ideas nuevas o por temor a que su propuesta sea rechazada por el otro. Puede aparecer pereza hasta para sugerir salir, o existir desacuerdos frecuentes porque sus gustos son opuestos.
  • No es inusual encontrar parejas que aún compartiendo un espacio común, la casa por ejemplo, adoptan espacios distintos, uno en una habitación con el ordenador y el otro en el salón viendo la televisión, de forma que solo se termina compartiendo la mesa para comer y la cama para dormir (ni juntos ni separados).
  • Los problemas también pueden producirse por un tiempo de dedicación excesivo a actividades lúdicas propias (deporte, uso de nuevas tecnologías…) que restan tiempo para compartir en pareja.

5. ¿Cómo fomentar un tiempo de ocio individual y común saludable?

  • Para la salud individual y de pareja sería aconsejable que cada miembro disfrutara de actividades de ocio individual. El ocio individual protege al propio individuo y eso es importante también para la relación. No todos tenemos los mismos intereses. El permitirnos hacer lo que nos gusta o enriquece nos dará satisfacción personal, facilitará las relaciones sociales y aumentará la riqueza y el intercambio comunicativo en la pareja y la satisfacción global de la relación.
  • Es importante cuidar el ocio en pareja. Salir de la rutina y el aburrimiento protegerá a los miembros y a la relación. Proponer y acordar las actividades lúdicas en pareja implica que cada uno de los miembros de la relación conozca qué actividades lúdicas le gustan a sí mismo, y cuáles son las actividades deseadas por el otro.  La comunicación franca y libre en este sentido es fundamental. A veces, la falta de claridad y de comunicación hace que, por ejemplo, unapareja esté realizando todos los fines de semana una actividad  que en el fondo detestan ambos pero que no se atreven a rechazar por el otro.
  • Poner en común las preferencias propias para encontrar el modo de compartirlas con el otro puede ser enriquecedor para ambos. El hacer compatibles dos actividades que son de interés individual  puede ser una vía razonable para pasar tiempo juntos disfrutando ambos. Por ejemplo, si a un miembro le gusta la fotografía y al otro dar largos paseos por el campo, ¿por qué no pasear por el campo haciendo preciosas fotografías?
  • Facilitar el tiempo compartido, ser capaz de renunciar a un interés personal por el otro, gratificar al otro proponiendo actividades que le gusten es una forma de manifestar afecto y sentirse unidos. Ello no significa que todas las actividades lúdicas deban practicarse forzosamente en común. A veces es más razonable aceptar que la otra parte pueda divertirse sin que estemos presentes, sin creer por ello que va a dejar de amarnos.

6. Resumen

  • Es saludable mantener las amistades y el tiempo de ocio propio y crear amistades y tiempo de ocio conjuntos.
  • Cada miembro tiene derecho a seguir vinculado a sus amigos respetando el derecho de su pareja a no vincularse con ellos.
  • Es importante acordar los tiempos y la frecuencia de actividades sociales como individuos y como pareja.
  • Cuidar las relaciones de amistad comunes y las actividades de ocio compartido enriquecerá la relación y la fortalecerá.

 

AVERTENCIA IMPORTANTE
Si usted tiene alguna duda acerca de los problemas que experimenta o bien acerca de si esos problemas deben ser tratados por un profesional de la psicología, puede ponerse en contacto con nosotros para que un psicólogo de nuestro equipo valore su caso, aclare sus dudas y le oriente al respecto.

Araceli HernaizEscrito por Araceli Hernaiz

Directora de Beck Psicología desde 1990, desarrolla funciones de Psicoterapeuta, interviniendo en distintos trastornos psicológicos en el Área de Adultos, y de Mediadora Familiar en Procesos de Ruptura de Pareja.


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