Duelo
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El duelo es probablemente el acontecimiento vital más estresante que puede experimentar una persona. Aunque el duelo es un proceso que acompaña las vidas de todos los seres humanos, ya que todas las pérdidas significativas reciben este nombre (desde la muerte hasta las rupturas amorosas o la pérdida de una casa ), en muchas ocasiones no estamos preparados para afrontar lo que nos ocurre, los pensamientos obsesivos, los complejos sentimientos asociados y la alteración de conductas cotidianas.

En la mayoría de los casos, aunque el recuerdo y el dolor permanezcan, las personas llegan a reorganizar su vida y asumir la pérdida; sólo en torno a un 10% de la población desencadenan un duelo complicado y un 5% un duelo patológico.

La situación de duelo constituye en ocasiones un factor de riesgo, pues existe evidencia estadística de incremento de la mortalidad del compañero en el primer año de vida. Ello viene motivado por el estrés asociado a la pérdida y los problemas psicológicos derivados que provocan alteraciones físicas que predisponen a diversas enfermedades.

También, se deterioran las relaciones sociales de la persona y su estilo de vida (actividad física, higiene, alimentación, ingesta de medicamentos, etc).

Se puede realizar la siguiente distinción:

El duelo normal. Se trata de una reacción normal, veamos los indicadores:

  • Trastornos del sueño
  • Humor deprimido, ansiedad, llanto
  • Actividad desorganizada
  • Sensación de sufrimiento somático (opresión garganta, dificultad para respirar, pérdida apetito)
  • Culpabilidad, irritabilidad y reacciones hostiles
  • Dificultad concentración, desinterés
  • Pérdida de peso
  • Generalmente dura entre 4 y 12 meses

El duelo complicado. Los procesos de pérdida siempre son dolorosos, sin embargo, podemos encontrar importantes diferencias entre lo que es el duelo normal, duelo complicado y duelo patológico. Se caracteriza por:

  • Prolongación de una pena profunda más allá de los 18 meses
  • Deficiencias para el funcionamiento diario, sin que existan otras patologías que lo justifiquen
  • Marcado retraso psicomotor, lentitud de movimientos
  • Alteraciones en las relaciones con amigos y familiares
  • Sensación acusada de minusvalía y rechazo personal Problemas psicosomáticos, dolores o alteraciones físicas generados por su estado de ánimo.

El duelo patológico. El duelo patológico supone un agravamiento de los problemas mencionados y la aparición de otros síntomas más complejos:

  • Reacción de duelo tardía, después de un período de negación prolongada
  • Patologías psicosomáticas
  • Depresión severa con síntomas de agitación
  • Conductas autodestructivas
  • Pérdidas persistentes de relaciones sociales
  • Reproducción de la patología del difunto
Lola HerreroEscrito por Lola Herrero

En la actualidad, ejerce sus funciones como Psicoterapeuta en el Centro Beck Psicología en el Área de Adultos y dirige el Departamento de Atención Psicológica a Mayores.


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