La proactividad. ¿Qué significa ser proactivo?
Es un término concebido por el psiquiatra y neurólogo austriaco Victor E. Frankl, que sobrevivió a la experiencia de los campos de concentración y que en 1946 publicó “El hombre...
El duelo es probablemente el acontecimiento vital más estresante que puede experimentar una persona. Aunque el duelo es un proceso que acompaña las vidas de todos los seres humanos, ya que todas las pérdidas significativas reciben este nombre (desde la muerte hasta las rupturas amorosas o la pérdida de una casa ), en muchas ocasiones no estamos preparados para afrontar lo que nos ocurre, los pensamientos obsesivos, los complejos sentimientos asociados y la alteración de conductas cotidianas.
En la mayoría de los casos, aunque el recuerdo y el dolor permanezcan, las personas llegan a reorganizar su vida y asumir la pérdida; sólo en torno a un 10% de la población desencadenan un duelo complicado y un 5% un duelo patológico.
La situación de duelo constituye en ocasiones un factor de riesgo, pues existe evidencia estadística de incremento de la mortalidad del compañero en el primer año de vida. Ello viene motivado por el estrés asociado a la pérdida y los problemas psicológicos derivados que provocan alteraciones físicas que predisponen a diversas enfermedades.
También, se deterioran las relaciones sociales de la persona y su estilo de vida (actividad física, higiene, alimentación, ingesta de medicamentos, etc).
Se puede realizar la siguiente distinción:
El duelo normal. Se trata de una reacción normal, veamos los indicadores:
El duelo complicado. Los procesos de pérdida siempre son dolorosos, sin embargo, podemos encontrar importantes diferencias entre lo que es el duelo normal, duelo complicado y duelo patológico. Se caracteriza por:
El duelo patológico. El duelo patológico supone un agravamiento de los problemas mencionados y la aparición de otros síntomas más complejos: