Dislalias
Se define como un trastorno de la articulación de los fonemas, bien por su ausencia o alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de...
En muchas ocasiones nos preguntamos cuál es el momento adecuado para iniciar un tratamiento psicológico. Supone una inversión en términos de tiempo y de dinero, reconocer que necesitamos ayuda, un riesgo si no empatizamos con el terapeuta, al que, dicho sea de paso, no tenemos ganas de “contarle nuestra vida” porque no le conocemos de nada e implica además “atrevernos a cambiar”…
Muchas veces valoramos que “somos capaces de superar los momentos o problemáticas que acontecen en nuestra vida” porque otras veces hemos conseguido hacerlo. Sin embargo, en algunas ocasiones, los problemas y los síntomas asociados se agravan y se instauran, incapacitando nuestra adaptación y calidad de vida ostensiblemente.
En definitiva, por lo general no es fácil prever cómo vamos a evolucionar en lo que a nuestros problemas psicológicos concierne, por tal motivo, efectuar una consulta es, de alguna manera, actuar activamente en la prevención o detección temprana y, así, acceder a una perspectiva profesional y más amplia de las alternativas posibles y consecuencias que pudieran derivarse.
El primer paso implica “darse cuenta” de que hay algo que “no sé” o “no puedo”. Esta “herida” que conlleva sufrimiento es la base del crecimiento personal y de nuestra transformación. En este sentido, iniciar una primera consulta es actuar de forma proactiva en nuestra vida y no necesariamente supone vernos inmersos en una psicoterapia larga y tediosa. La decisión siempre es nuestra.
Psicoterapeuta en el Centro Beck Psicología en el área de Adultos l.
