El Coaching puede ser definido como “conjunto de entrevistas individuales entre una persona (el coachee) y un profesional (el coach) que tienen por objeto ayudar a la persona a alcanzar sus objetivos y tener éxito en su vida personal y profesional” François Delivré.
Otra definición de la Federación Internacional de Coaching (ICF) expone que “el Coaching consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante este concepto el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida”.
El Coaching nació en el mundo deportivo basándose en la necesidad de potenciar las fortalezas y limitar las debilidades con la finalidad de alcanzar objetivos reales, progresivos, sistemáticos y medibles, a través de ejecuciones concretas.
Su método se basa en la filosofía de Sócrates: “No puedo enseñaros nada, sólo puedo ayudaros a buscar dentro de vosotros mismos, lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría.”
En este sentido, el coaching no tiene respuestas, sino únicamente preguntas y se basa en las siguientes consideraciones:
- Creer que podemos impulsar nuestro desarrollo.
- Creer que podemos gestionar nuestra transformación.
- Creer que desarrollo y transformación se pueden alcanzar o potenciar mediante el intercambio.
En definitiva, se considera que las personas tienen potencial para generar sus propias soluciones y que el coach “facilita”. Así, el Coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo sus capacidades de ejecución. Ese desarrollo sigue un proceso que podemos, a efectos explicativos, establecer según las siguientes fases:
- Contrato de Coaching
- Evaluación y plan de Coaching
- Sesiones de Coaching:
- Toma de consciencia (Situación/problema)
- Definición del objeto (Concretar)
- Formulación de alternativas: (¿cómo puedo llegar a mi objetivo?)
- Actuación (Puesta en práctica)
- Reflexión/Feedback: ¿Cómo lo he hecho? ¿Qué he aprendido?
- Seguimiento y cierre
Si nos planteamos cuándo es útil iniciar un proceso de Coaching en el ámbito personal o bien en una organización, los principales contextos serían:
- Cuando se toma conciencia de limitaciones personales y se quieren adquirir nuevas conductas que supongan superar nuestras propias barreras.
- Cuando se desea alcanzar un objetivo que, aunque alcanzable, suponga un reto.
- Cuando se observa una diferencia entre lo que hacemos y lo que realmente nos gustaría hacer y decidimos abordar un plan de acción.
- Cuando se desea liderar el propio cambio personal.
- Cuando una persona va a desempeñar nuevas responsabilidades en su propia organización o bien en otra empresa.
- Cuando es necesario enfrentarse a situaciones especialmente críticas: Planes estratégicos, reorganizaciones, decisiones muy complejas, procesos de sucesión familiar, fusiones o absorciones.
- Cuando profesionales de orientación muy técnica necesitan asumir funciones de dirección de personas o de gestión de clientes, por ejemplo.
- Cuando se identifican directivos con dificultades en priorizar, planificar trabajos y gestionar con personas y que generalmente prefieren “trabajar” en primera línea y no planificar a medio y largo plazo.
- Cuando es necesario consolidar o recuperar el liderazgo del equipo de trabajo.
- Cuando existen conflictos en el equipo de trabajo que afectan a la productividad y calidad de servicio.
- Cuando se quiere llevar a la práctica conceptos, habilidades o técnicas aprendidos en formación.
Algunos en los principales riesgos que es necesario considerar en el proceso del Coaching son los siguientes:
- Adopción de un estilo muy directivo, totalmente contrario a la filosofía de esta disciplina.
- Que el Coach se convierta en el “aportador de soluciones”, aconsejando en las distintas fases del proceso.
- Que el Coach actúe como “padre” del cliente.
- Derivar hacia el papel de confesor o de terapeuta del cliente.
- Generar falsas expectativas.
El coach, como es lógico, debe tener unas competencias adecuadas al desarrollo de sus funciones, tales como: habilidades de comunicación (escucha activa, empatía, asertividad), autoestima, credibilidad, honestidad, confidencialidad, control de situaciones estresantes, tolerancia a la frustración, entre otras muchas; además de un amplio conocimiento del ámbito psicológico, social, organizativo y empresarial en diversas vertientes.
Para finalizar, indico a continuación los tipos de Coaching que actualmente se desarrollan y que abarcan desde el ámbito personal al colectivo:
- Personas (Coaching Individual o Personal)
- Equipos
- Empresas
- Organizaciones
- Grupos sociales
No cabe duda que uno de los puntos más importantes del Coaching y por tanto su principal contribución es la de hacer viable el establecimiento de metas y la adopción de conductas encaminadas a la consecución de las mismas. En este sentido, es un instrumento de desarrollo personal y profesional de gran interés.
Contenidos:
I. Una aproximación al Coaching:
- ¿Qué és el coaching? ¿qué no es coaching?
- Cómo surge y evoluciona.
- ¿Cuáles son los fundamentos del coaching?
- El arte de preguntar.
- Coach, coachee y contrato.
II. Instrumentos del coaching:
- Nociones previas.
- El autoanálisis: autoconcepto y autoestima.
- Pautas de comunicación: escucha activa, empatía y feedback.
- Análisis de distorsiones de pensamientos.
- Distorsiones perceptivas y cambio de observador.
- Las creencias. Escalas de inferencias.
- La ética y los valores.
- El uso de metáforas
III. Aprendizaje y responsabilidad.
- Coaching, cambio y aprendizaje: un proceso sistémico.
- La zona de confort, amenazas, evitación y miedo.
- La implicación y la responsabilidad.
- El contrato psicológico.
IV. Etapas del proceso de coaching:
- Apertura: generación de un contexto adecuado.
- Establecimiento de metas:
- Conocer el punto de partida.
- Determinar objetivos.
- Verificar la diferencia entre ambos.
- Explorar, comprender e interpretar.
- Diseño de acciones efectivas:
- Especificaciones.
- Role-playing.
- Cierre y compromiso.
V. Coaching personal:
- Análisis personal: fortalezas y limitaciones.
- Estudio de contextos y situaciones problemáticas.
- Reformulaciones y retos.
- Definición de metas.
- Pautas de acción y compromiso.