Hábitos de estudio
Una de las demandas más frecuentes por parte de los padres y los profesionales de la enseñanza es que se facilite a los escolares un método de estudio que les...
Se caracteriza por la existencia de episodios repetidos de comportamientos motores complejos que se inician durante el sueño y que implican que el niño se levante de la cama y empiece a andar. Suelen aparecer en el primer tercio de la noche.
Durante estos episodios el niño presenta una disminución del estado de vigilia y de la reactividad a los estímulos, mirada fija y perdida y una ausencia relativa de respuesta al diálogo o a los esfuerzos que hacen los demás para despertarle.
Si logra despertarse durante alguno de estos episodios, el niño no consigue recordarlo con claridad, ni tampoco al levantarse por la mañana. Después del episodio, puede aparecer un breve período de confusión en un primer momento, al que sigue posteriormente una recuperación total.
Aproximadamente un 15% de los niños tienen un episodio de sonambulismo alguna vez. Existe una predisposición genética al sonambulismo y suele aparecer más frecuentemente en épocas de estrés.
Los episodios aparecen desde una vez a varias veces por semana y la duración de los mismos oscila entre un minuto y media hora.
El trastorno puede durar varios años sin tener que provocar alteraciones en el comportamiento del niño durante la vigilia, ni predisponer a otras patologías, aunque si los episodios son muy recurrentes se puede generar una preocupación familiar y una alteración de las relaciones interpersonales.
AVERTENCIA IMPORTANTE
No todos los niños que presenten síntomas como los descritos más arriba tienen por qué padecer un trastorno. Si usted tiene alguna duda acerca de los problemas que experimenta su hijo o bien acerca de si esos problemas deben ser tratados por un profesional de la psicología, puede ponerse en contacto con nosotros para que un psicólogo de nuestro equipo valore su caso, aclare sus dudas y le oriente al respecto.