En Beck Psicología entendemos que en el ejercicio de la Psicoterapia es preciso adoptar un conjunto de principios éticos que consideramos inherentes a nuestra actividad:
Respeto a la singularidad de las personas, en base a su visión, perspectiva y experiencias, así como en sus emociones y problemáticas.
Personalización de las intervenciones, mediante adaptación a las características específicas de cada persona.
Privacidad y Confidencialidad absoluta en el desarrollo y comunicación de las sesiones, así como en lo que respecta a todas aquellas pruebas, cuestionarios, registros o informaciones tratadas.
Integridad y coherencia en la adopción de sistemas de Psicoterapia respaldados por estudios propios de las ciencias psico-sociales.
Derecho al tratamiento para aquellas personas cuyos escasos recursos no permitirían inicialmente acceder a los mismos.
Mantenemos un firme compromiso con las prácticas y derechos derivados del Código Deontológico comprendidos en el documento elaborado por el Colegio de Psicólogos.