Se habla de retraso simple del lenguaje cuando en un niño la función lingüística está alterada, porque su desarrollo es lento o su aparición está retardada.

Se habla de retraso simple del lenguaje cuando en un niño la función lingüística está alterada, porque su desarrollo es lento o su aparición está retardada.
La falta de fluidez en el habla se debe a la influencia de tres variables: fisiológicas relacionadas con el habla (respiración y tensión muscular), variables referidas a la propia dicción y variables cognitivas, tales como las expectativas de tartamudeo.
Se define como un trastorno de la articulación de los fonemas, bien por su ausencia o alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma improcedente.