La Psicología Positiva es la corriente específica dentro de la Psicología que estudia las bases del bienestar psicológico, los diversos aspectos emocionales positivos del ser humano: como la felicidad, la alegría o el amor, y fortalezas como el optimismo, la creatividad, la gratitud, la sabiduría, o la resiliencia.
“Quiero ser feliz”
La felicidad consiste en ser conscientes de que nos “enamoramos” de momentos concretos, y su búsqueda consiste en crear espacios, actividades, reflexiones y compañías que nos hagan sentirla. Cada uno los suyos, por supuesto. La felicidad es incrementar nuestra “codicia” de emociones.
Crisis existencial y heroísmo cotidiano
No hay héroe sin crisis, sin reelaboración de identidad, sin recuerdo y reprocesamiento, sin propósito. Pensemos por ejemplo en Batman, Supermán, Spiderman,: huérfanos, con dobles identidades, en crisis, confundidos
“Un héroes es el que hace lo correcto en lugar de lo fácil”. Todos los días nos cruzamos con muchos. Sin duda.
La proactividad. ¿Qué significa ser proactivo?
La proactividad es la capacidad de actuar en base a nuestros valores y con independencia del medio. Si el contexto en el que vivimos condiciona nuestras actuaciones, estaremos siempre regidos por las circunstancias externas y no por lo que desde el interior elegimos.
Resiliencia y Kintsugi
Resiliencia a través de la metáfora del kintsugi. Una historia de reconomiento y superación
Cómo liderar a personas
Tradicionalmente las teorías para el desarrollo del liderazgo se han basado en un “Desarrollo de competencias estratégicas”, es decir “hacia fuera”. En este enfoque se trataba de identificar modelos militares, de la política, empresariales (desde Napoleón y Gandhi hasta Bill Gates…) y, buscando sus patrones de conducta, tomarlos como ejemplo.
Asertividad y habilidades de comunicación
La conducta asertiva se basa en aceptar que los propios intereses, objetivos, necesidades, opiniones o deseos son tan válidos como los de las otras personas con las que se interactúa. Esta premisa lleva emparejado un estilo de relación en el que se defienden esos objetivos y deseos de forma directa (sin rodeos), clara (sin segundas intenciones), coherente (palabras, gestos y emociones expresan la misma cosa) y adecuada (con volumen, tono, gestos… respetuosos hacia el otro) teniendo en cuenta los derechos propios y los de los demás.