El miedo, la tristeza, el enfado, la culpa, tener problemas de sueño o de alimentación, regresiones a etapas evolutivas anteriores… son emociones y conductas frecuentes en los hijos cuando los padres se separan.
El papel de los padres de diálogo, comprensión, respeto y seguridad es fundamental para que éstos elaboren todas estas emociones de forma positiva.
El impacto emocional del divorcio en el desarrollo de los niños
Los niños experimentan una gran variedad de emociones en respuesta a la ruptura familiar. Es importante que los niños expresen estas emociones para poder elaborarlas de forma adecuada y son los padres quienes deben ayudarles a hacerlo creando un clima favorable para que éstos puedan expresarlas.
“Quiero ser feliz”
La felicidad consiste en ser conscientes de que nos “enamoramos” de momentos concretos, y su búsqueda consiste en crear espacios, actividades, reflexiones y compañías que nos hagan sentirla. Cada uno los suyos, por supuesto. La felicidad es incrementar nuestra “codicia” de emociones.