Los niños pueden oponer, en determinadas ocasiones, una fuerte resistencia a dormirse alegando diversos pretextos que tienen como finalidad evitar acostarse.

Los niños pueden oponer, en determinadas ocasiones, una fuerte resistencia a dormirse alegando diversos pretextos que tienen como finalidad evitar acostarse.
Se caracterizan por la aparición repetida de episodios de miedo intenso con despertar brusco que suelen estar precedidos por gritos o lloros y angustia.
Se caracterizan por la aparición repetida de sueños terroríficos que despiertan al niño, pasando a un estado de vigilia, y cuyo contenido suele centrarse en amenazas para la propia supervivencia, seguridad o autoestima.
Muchos niños presentan trastornos del sueño desde sus primeros días de vida. La adopción de pautas de actuación adecuadas por parte de los cuidadores habituales, puede contribuir significativamente, en muchos casos, a regular la conducta de sueño o bien a intensificar el problema.
Tiene como principal característica la experimentación de ansiedad excesiva ante la separación real o supuesta de las personas con las que el niño ha establecido vinculación afectiva.
Se caracteriza por la presencia de una alta preocupación, acompañada por una ansiedad excesiva y no realista, ante diversos sucesos y situaciones de la vida cotidiana.
La fobia escolar es el miedo de los niños ante la obligación de tener que asistir al colegio. Puede generarse por miedos derivados de una mala relación con profesores, problemas con compañeros, y otros propios de las tareas y actividades escolares (deberes, comedor, recreo, etc.)
Los miedos son experiencias comunes durante la infancia, forman parte del desarrollo normal del individuo y el contenido de los mismos puede variar en función del curso evolutivo.
Se caracteriza por la emisión repetida de heces en lugares inadecuados como, por ejemplo, la ropa o el suelo. La mayoría de las veces es involuntaria, pero en ocasiones es intencionada. Es también importante descartar que no existe una patología orgánica ni ingesta de sustancias (ej. laxantes) o enfermedad médica que justifique el hecho.
La enuresis más frecuente es la nocturna, mientras el niño duerme, aunque puede ser también diurnao bien producirse en ambos casos.